Este pastel vegano lleva un relleno cremoso y delicioso de alubias blancas, kale, zanahoria y apio. Encima hay una masa quebrada casera y vegana que no lleva nada de margarina ni otros productos que contengan aceite de palma. Este pastel vegano es una buena representación de la comida reconfortante!
El relleno para este pastel vegano es el más sencillo que jamás preparaste. Si una vez hiciste un pastel de este tipo, ya sabrás que todas las otras recetas que hay en internet llevan harina para espesar el relleno a base de leche o nata.
Pues, para este pastel vegano no tienes que preocuparte por los grumos ni pasar un montón de tiempo removiéndolo ya que la cremosidad del relleno se consigue gracias a un puré de alubias blancas con caldo de verduras y echándolo todo junto en la olla con las otras verduras. Ingenioso, verdad?
El resto del relleno se compone de cebolla, ajo, apio, zanahoria, alubias enteras y col kale. Elige tu hierba preferida para sazonarlo: romero, tomillo, salvia o albahaca – todo queda rico con ingredientes tan simples.
Hablemos de la masa quebrada vegana. Suelo tomar tiempo para hacer mi propia masa quebrada casera ya que el sabor y la textura son superiores en calidad a cualquier marca de masa comprada que haya probado. Sin embargo, puede ser un poco complicado y si no estas cómodo haciéndola tu mismo, la puedes sustituir por una masa comprada (también ahorrarás tiempo).
Ya que donde vivo aún no se puede comprar mantequilla vegana fácilmente, además de elegir no utilizar la margarina en sustitución del aceite de palma y la cantidad de productos químicos que lleva, decidí hacer mi masa quebrada vegana con aceite de coco. Si estás haciendo esta receta en invierno (y me imagino que es el caso), tu aceite de coco debería ser sólido a temperatura ambiente, facilitando el trabajo.
Sin embargo, si (como yo) tienes una cocina pequeñísima y sin ventilación que se calienta muchísimo cada vez que enciendes el horno, tendrás que trabajar rápido para colocar la masa en el pastel antes de que el aceite se derrita. Si te pasa, te quedarás con unos pasteles veganos con aspecto “rústico” como los míos en las fotos!
Así que tienes al menos tres opciones: puedes decidir si quieres probar mi receta para masa quebrada vegana con aceite de coco o sustituir el aceite de coco por mantequilla vegana si dispones de ella o utilizar una masa quebrada comprada. En cualquier caso estoy segura de que te encantará esta receta de pastel vegano de alubias blancas y kale y la vas a querer hacer una y otra vez todo el invierno!
Pastel Vegano de Alubias Blancas y Kale
Ingredientes
- 200 gramos de harina
- ¾ cucharadita de sal dividida
- 2 cucharadas de vodka opcional
- 2 cucharadas de agua o 4 si no utilizas vodka
- 8 cucharadas de aceite de coco sólido
- 1 cucharada de aceite para freír
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 2 zanahorias peladas y a dados
- 2 tallos de apio a dados
- 500 gramos de alubias blancas reservar el líquido de la lata
- 175 ml de caldo de verduras y algunos chorros más si no utilizas el líquido de las alubias)
- 2 hojas de laurel
- 1 ½ cucharaditas de romero o tomillo o salvia
- 100 gramos de col kale cortada
- Pimienta al gusto
Instrucciones
- Combinar la harina y ¼ cucharadita de la sal en un bol y meter el bol en la nevera. Combinar el vodka y el agua en un vaso y meterlo en la nevera. Si tu aceite de coco no es sólido a temperatura ambiente, a la nevera también.
- Calentar una olla a fuego medio y añadir el aceite para freír y la cebolla. Pochar. Añadir el ajo y pochar. Finalmente añadir la zanahoria y el apio y pochar hasta que estén blandos.
- Mientras tanto hacer un puré con 250 gramos de las alubias y 120 ml del caldo con la ayuda de un procesador de alimentos.
- Una vez que las verduras estén blandas, añadir tu hierba preferida y el laurel. Freír unos minutos más para que suelten el aroma. Añadir el puré de alubias, el caldo que queda, el líquido de la lata de las alubias (u unos 60 ml más de caldo), las alubias enteras que quedan y el kale. Llevar a ebullición. Tapar y reducir el fuego a medio-bajo. Hervir unos 5 minutos o hasta que el kale esté tierno. Retirar del fuego y añadir el ¼ de sal que queda y pimienta. Si se ha reducido un poco durante la cocción, añadir un chorro más del caldo.
- Esta receta es para un litro de relleno. Dividir el relleno en moldes aptos para el horno (2 grandes o 4 de 250 ml cada uno) y dejar enfriar.
- Precalentar el horno a 200°C.
- Retirar la harina de la nevera, añadir una cucharada de aceite de coco e incorporar a la harina con la ayuda del tenedor hasta que no queden trozos grandes. Seguir añadiendo el aceite cucharada a cucharada. Al final deberías tener una mezcla que se asemeje a arena gruesa, sin trozos grandes de aceite. Retirar la mezcla de vodka y agua de la nevera y salpicar la harina con una cuchara. Mezclar lenta y cuidadosamente antes de añadir la segunda cucharada. Seguir así hasta que la masa se pegue y poder formar una pelota. Dependiendo de la marca de harina que uses necesitarás más o menos líquido.
- Estirar la masa en una encimera enharinada con la ayuda de un rodillo hasta que puedas cortar círculos del tamaño de tus moldes. Si la temperatura de tu cocina es superior a 24°C, vas a tener que trabajar rápidamente para que el aceite no se derrita (o salir a trabajar afuera si es invierno).
- Cortar la masa en círculos (pueden ser un poco más grandes que los moldes, como los míos, o del un tamaño más ajustado - como prefieras), trasladarlos a tus moldes ya rellenados, hacer dos cortes para que se escape el vapor y meterlos en el horno.
- Hornear durante 20 minutos o hasta que estén dorados. Dejarlos enfriar unos minutos antes de servir.
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