Esta ensalada de queso de cabra vegano es un plato principal vegano que lleva una mezcla de vegetales muy coloridos, queso de cabra vegano caliente y cremoso y un aderezo de bayas agridulces.
Cuando vivía en Francia, comía muchas ensaladas de queso de cabra. En aquel entonces, todavía era vegetariana, y la ensalada de queso de cabra no solo estaba en el menú de todos los restaurantes de la ciudad en la que vivía, sino que también era la única opción veggie que había.
Busqué en Google un poco y no encontré ninguna receta vegana para la ensalada de queso de cabra, ni en francés ni en inglés. Entonces, ¿por qué no ser yo la primera en hacerla?
Probablemente te estés preguntando qué diantres es el queso de cabra vegano. Seguramente no te sorprenda cuando te diga que es básicamente un queso hecho con anacardos, mezclado y sazonado con pasta de miso y zumo de limón.
Tal vez ya hayas probado la receta de bolas de queso vegano (mi favorita está sazonada con pimentón ahumado y jalapeño), por lo que este queso de cabra vegano es básicamente la misma idea, excepto que está enrollado en forma de tronco.
En Francia, la ensalada de queso de cabra caliente generalmente está hecha de medallones de queso de cabra asados sobre rebanadas de pan tostado y servidos encima de la ensalada. Tuve dos problemas al respecto: primero, que mi horno está roto; y segundo, que el queso de anacardo vegano no se derrite de la misma manera que el queso de cabra.
Así que decidí empanar las rebanadas de queso en panko (pan rallado japonés) y freírlas hasta que estuvieran tibias y crujientes. Servidas encima de una ensalada fresca, el crujiente queso frito de cabra le da cremosidad y sabor, y lo convierte en una ensalada sustanciosa que es excelente como plato principal o entrante antes de algo como esta galette vegana o quiche Lorraine vegana!
El truco para freír el queso de anacardo vegano sin terminar con un desastre pegajoso es congelarlo primero. Además, tendrás que tener la temperatura del aceite correcta para que el panko se dore bien antes de que el mismo queso empiece a derretirse.
Como pasa con la mayoría de las personas, no tengo un termómetro para el aceite, así que os recomiendo freír un medallón de prueba primero y ajustar el calor si es necesario. Yo ajusté el calor entre medio y medio-alto, pero cada fogón es diferente.
En cuanto al resto de la ensalada, básicamente depende de ti. Una buena mezcla de verduras con colores contrastantes es una buena opción, como las cintas de calabacín, remolacha picada y en rodajas finas, judías verdes, zanahorias en juliana y rábanos en rodajas finas, que fueron las verduras que puse en la mía. Siéntete libre de usar tus verduras favoritas y añádele nueces si lo deseas.
Como me gusta un poco el dulce para contrastar el sabor del queso de cabra vegano, preparé un simple aderezo de bayas con la mermelada de moras casera del verano pasado, vinagre de vino tinto y aceite. Si no tienes moras, cualquier otro tipo de mermelada de frutas también estaría bien: de frambuesa, de higos, de fresa, etc.
Esta receta de ensalada de queso de cabra vegano es muy fácil de preparar. El queso de cabra vegano solo toma unos minutos para mezclarse, y luego hay que ponerlo en el congelador. Esto lo puedes hacer la noche anterior. También puedes preparar todas las verduras y preparar el aderezo con anticipación.
Una vez que esté listo para servir, simplemente coge el queso del congelador, rebozar y fríelo, y mezcla todas las verduras. Sirve tu ensalada en platos y cubre cada una con 3 o 4 medallones de queso de cabra frito. Rocía el aderezo y disfruta!
Ensalada de Queso de Cabra Vegano
Ingredientes
Para el queso de cabra vegano
- 1 taza (150 gramos) de anacardos crudos remojados durante la noche o hervidos durante 15 minutos
- 2 cucharadas de aceite de coco derretido
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de pasta de miso blanca
- 1 diente de ajo
- ¼ cucharadita de sal
- 3 cucharadas de harina
- ¼ de taza (60 ml) de aquafaba
- ¼ de taza (12.5 gramos) de panko (pan rallado japonés
- Aceite para freír
Para el aliño de la ensalada
- 3 cucharadas de mermelada a elegir de frambuesa, de mora, de higos, etc.
- 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
- ¼ taza (60 ml) de aceite de oliva
- Una pizca de sal y pimienta
Para la ensalada
- 1 remolacha
- 30 judías verdes
- 200 gramos de ensalada mixta de hojas verdes
- 1 calabacín cortado en tiras con un pelador de verduras
- 1 zanahoria en juliana
- 4 rábanos en rodajas finas
Instrucciones
- Mezcla los anacardos, el aceite de coco, el zumo de limón, el miso, el ajo y la sal en un pequeño procesador de alimentos hasta que quede sin grumos. Coloca una envoltura de plástico y apila la mezcla de anacardos en la parte superior. Envuelve el plástico alrededor de la mezcla de queso y forma un tronco de unos 12 cm de longitud. No te preocupes si no está perfectamente formado. Mételo en el congelador, y después de aproximadamente una hora, se reafirmará lo suficiente como para darle una mejor forma.
- Mételo de nuevo en el congelador durante otra hora o hasta que esté lo suficientemente firme como para poder cortarlo en doce medallones de 1 cm cada uno. Si lo dejas en el congelador durante la noche y está sólido, déjalo descongelar durante unos minutos hasta que puedas pasar el cuchillo. Vuelve a colocar las rodajas en el congelador y deja que queden sólidas.
- Mientras tanto, puedes preparar la ensalada y el aderezo. Combina todos los ingredientes para el aderezo en un tazón o tarro y mézclalos. Puedes añadir más o menos mermelada y vinagre a tu gusto.
- Prepara la remolacha a tu gusto. Corté la mía por la mitad y usé una mandolina para cortar aproximadamente una cuarta parte en rodajas muy finas para poder decorar la ensalada. Corté el resto y lo cocí al vapor. También cocí al vapor las judías verdes. Mezcla las verduras de la ensalada con la zanahoria, la remolacha picada y las judías verdes. Sirve en platos grandes y adórnalos con cintas de calabacín, remolacha y rábano en rodajas finas.
- Calienta medio centímetro de aceite de fuego medio a medio-alto. Pon la harina, aquafaba y panko en tazones separados. Saca el queso de cabra en rodajas del congelador y mételo primero en la harina, luego en la aquafaba y finalmente en el panko. Fríelo durante un par de minutos hasta que estén dorados, dándoles la vuelta a la mitad. Te recomiendo hacer uno como prueba para ver si la temperatura del aceite está bien. Si están demasiado tiempo, pueden empezar a romperse. Retíralos a un plato forrado con papel de cocina para que se drenen.
- Sirve el queso de cabra vegano en las ensaladas mientras aún está caliente y crujiente. Échale el aderezo.
Juan Manuel says
Estupendo blog y estupenda receta. Gracias. Pero podríamos empezar a inventar palabras para ciertos productos veganos, porque eso no es queso, ni es de cabra. Un saludo y ánimo.