Esta sopa de calabaza japonesa kabocha con fideos soba representa un almuerzo completo o cena, todo en un bol. La calabaza kabocha, dulce, los fideos soba, con sabor a nuez, semillas de granada crujientes y rábano picante combinan en esta sopa caliente y reconfortante, perfecta para una tarde fría de otoño o invierno.
Si ya leíste mi receta de pasta con salsa de calabaza, sabes lo difícil que es encontrar cualquier tipo de calabaza en Barcelona. La calabaza moscada (butternut squash – no es una calabaza para los americanos como yo) es básicamente la única opción, a no ser que hagas un viaje especial al mercado antes de que cierren a los 2:00.
Te puedes imaginar como me emocioné al encontrar calabazas kabocha en el supermercado asiático (abierto hasta las 21:00!) y por tan sólo un euro cada una! Con un sabor menos vegetal y más dulce que la calabaza moscada, esta calabaza japonesa se puede resolver en una crema vegana deliciosa y bien cremosa, sin la necesidad de añadir leche de coco.
Asar una calabaza kabocha resalta su dulzura natural y la hace muy adictiva. Cuidado con probar un trozo al sacarla del horno, es probable que no puedas resistirte a sus encantos!
Asarla lleva de 30 a 45 minutos, así que puedes aprovechar el tiempo para añadir otros niveles de sabor a tu sopa asando una cabeza de ajo y confitando una cebolla. Combinado con la sopa de calabaza japonesa, el ajo y la cebolla añaden otro elemento dulce y complejidad que simplemente sofreír no hace.
Parece que hay ciertas dudas acerca de que si la piel de la calabaza japonesa es comestible. Sí, se puede comer y es deliciosa! También aporta mucha fibra y vitaminas así que es buena idea no desecharla.
Ya que la piel es verde, la sopa sale más color mostaza que naranja brillante, que es lo que se suele esperar de una crema de calabaza, pero yo creo que la piel además añade más sabor (y fibra y vitaminas) al plato. Pero si prefieres una sopa de color naranja brillante, simplemente pela la calabaza después de hornearla.
Otra buena fuente de fibra y proteína en este plato son los fideos soba. Me encanta el ligero sabor a nuez que tienen y ya tengo varias recetas en el blog con soba: como esta soba con salsa de jengibre y sésamo y esta soba con setas shiitake.
Tan importante como los sabores es añadir contraste de texturas al plato. Aquí es donde entran los toppings. Semillas de granada, cebolleta y rábano añaden un toque crujiente, un poco de ácido y picante; y guardar unos trozos de calabaza para decorar por encima e hincar el diente.
Servida con pan, esta sopa de calabaza japonesa kabocha es un plato completo, saludable y delicioso!
Sopa de Calabaza Japonesa Kabocha
Ingredientes
- 1 calabaza japonesa kabocha bien lavada
- 3 - 4 cucharadas de aceite
- 1 cabeza de ajo
- 1 cebolla cortada en trozos gruesos
- 2 porciones de fideos soba secos suelen ser 50 gramos cada porción
- 600 - 800 ml de agua caliente
- 1 cucharadita de sal
- El jugo de medio limón
- Las semillas de media granada
- 2 rábanos cortados finamente
- 1 - 2 cebolletas cortadas
- Semillas de sésamo para decorar
Instrucciones
- Precalentar el horno a 200°C. Cortar la calabaza en trozos grandes y cubrir con unas cucharadas de aceite. Cortar la parte superior de la cabeza de ajo para revelar los dientes, verter encima un poquito de aceite y envolver en papel de plata. Colocar los trozos de calabaza y el ajo en una bandeja para el horno y asar hasta que la calabaza esté blanda y caramelizada – de 30 a 40 minutos. También se puede hacer lo que hice yo y asar el ajo en el microondas con este asador de ajo.
- Mientras tanto calentar una sartén a fuego medio-lento y añadir una cucharada de aceite y la cebolla. Pochar lentamente, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla esté dorada, dulce y confitada – unos 30 minutos. Hervir los fideos soba según las indicaciones del producto, escurrir y lavar con agua fría. Escurrir de nuevo y reservar.
- Sacar la calabaza del horno y reservar unos trozos para decorar la sopa. Poner el resto de la calabaza en una licuadora con la cebolla caramelizada, unos dientes de ajo asados, el jugo de limón, sal y 500 ml de agua. Licuar. Añadir más agua hasta que obtengas la consistencia que te guste para la sopa. Probar y añadir más ajo si quieres (yo añadí la cabeza entera porque me encanta el ajo) y ajustar la sal al gusto.
- Servir la sopa en dos bols y decorar con los fideos soba, granada, cebolleta, calabaza cortada, rábano y semillas de sésamo.
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