Hervir las patatas con piel, que no queden demasiado blandas. Escurrir y dejar enfriar, luego pelar. Mientras las patatas se cuecen, hacer un puré con los anacardos y un poco de agua con la ayuda de un procesador de alimentos hasta obtener una pasta espesa.
Calentar una cucharadita de aceite vegetal en una sartén a fuego medio. Freír las patatas hasta que se doren y queden crujientes por todos los lados. Retirar de la sartén y reservar en papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Poner una cucharada de aceite en la sartén y calentar a fuego alto. Una vez caliente, pero antes de que salga humo, reducir a fuego medio y añadir las semillas de hinojo. Freír durante unos segundos hasta que las semillas empiecen a crepitar y luego añadir la canela, cardamomo, laurel y clavos. Freír durante unos segundos más hasta que suelten el aroma.
Añadir la cebolla, ajo y chili verde a las especias y pochar. Añadir los tomates y dejar cocinar hasta que queden blandos. Retirar la sartén del fuego y dejar enfriar. Una vez frio, hacer un puré utilizando un procesador de alimentos o licuadora.
Calentar una cucharada de aceite vegetal en la sartén a fuego alto. Una vez caliente, reducir a fuego medio y añadir las semillas de comino. Freír hasta que empiecen a crepitar y luego añadir la salsa de tomate y especias previamente preparada. Cocinar, removiendo de vez en cuando, hasta evaporar todo el líquido y formar una pasta espesa.
Añadir las especias secas: el ají molido, cilantro molido, cúrcuma molida y una pizca de sal. Freír durante un minuto, luego añadir la pasta de anacardo. Finalmente, añadir el agua y llevar a ebullición. Pinchar las patatas por todos lados con un tenedor para dejar penetrar la salsa y añadir a la sartén. Cocinar 5 minutos o hasta que la salsa haya reducido a la consistencia deseada.
Servir el curry decorado con hojas de cilantro fresco picadas.