Combinar todos los ingredientes para la socca y mezclar bien hasta que no queden grumos. Reservar mientras preparas la ratatouille.
Para la ratatouille
Cortar todas las verduras en trocitos de 1.5 cm. Calentar 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Empezar con la berenjena, calabacín y pimiento morrón y añadir la cantidad que entra en una sola capa a la sartén y freír hasta que estén blandas y ligeramente doradas. Retirar las verduras de la sartén y reservar en un bol. Repetir con la berenjena, calabacín y pimiento restantes. Añadir al bol para reservar.
Añadir otra cucharada de aceite a la sartén y pochar la cebolla y ajo. Añadir el orégano y tomillo y freír un minuto más. Devolver la berenjena, calabacín y pimiento a la sartén y añadir los tomates en lata con su jugo y tomates frescos. Aplastar los tomates un poco con una cuchara y añadir el balsámico, sal y pimienta al gusto. Tapar y reducir el fuego a medio-lento. Cocinar durante 35-45 minutos hasta que el líquido se haya reducido y las verduras estén blandas. Dejar enfriar antes de montar con la socca.
Para la socca
Mientras la ratatouille se cocina, calentar el horno a 200°C. Aceitar un molde para magdalenas y llenar cada copita con una pequeña cantidad de socca. Cada copita de mi molde para magdalenas mide 4.5 cm de diámetro y una cucharada resulta adecuada para obtener una socca crujiente y sin quemar. Ajustar la cantidad en función del tamaño de tu molde. Hornear la socca hasta dorar – 10 a 15 minutos. Mirarlas frecuentemente para que no se quemen. Retirar del molde y repetir.
Para montar la socca con ratatouille
Colocar una cucharada de ratatouille encima de cada socca, seguido de una cucharadita de pesto, salpicar con piel de limón y decorar con una hoja de albahaca.